martes, 22 de diciembre de 2009

PROBLEMAS EN NUESTRA SEMANA SANTA (I), LA FALTA DE AGARRÁORES

Uno de los argumentos que se suele aducir cuando tratamos de proyectar nuestra imagen fuera de Tobarra es que tenemos muchos problemas dentro que hay que solucionar antes de "vendernos" fuera de nuestras fronteras.

Este argumento es cierto, en parte. En primer lugar, necesitamos cierta distancia para ver cómo es nuestra Semana Santa en relación con las demás y comprobar hasta qué punto los problemas de Tobarra no son también los problemas de otras muchas Semanas Santas, a veces mucho más afamadas o "tituladas" que la nuestra.

Por otra parte, aunque sí hay cierta cultura popular acerca de la problemática que nos envuelve, no hay consenso en cuáles son esos problemas y mucho menos en cuáles son las soluciones.

Nos gustaría abrir un debate sereno al respecto, y que se plantearan aquí, por un lado objetivos y metas sobre los que trabajar, y por otro, soluciones a aplicar para lograr esos objetivos. Invitamos a todo el mundo a utilizar tanto el foro de la asociación, como, preferentemente, los comentarios que se pueden añadir al final de cada publicación del foro.

Para abrir el debate, esta semana hablaremos de la falta de agarráores en nuestra Semana Santa, un problema que lleva años en boca de todos, especialmente tras aquella noche de Viernes Santo en que la Santa Cruz no pudo salir o aquella mañana en que a San Juan estuvo a punto de ocurrirle lo mismo.

En primer lugar, debemos situar el debate en el contexto histórico y geográfico adecuado. Por un lado, este problema no es exclusivo de la Semana Santa de Tobarra. Todas las grandes semanas santas han visto crecer el número de tronos que desfilan y el número de hermanos necesarios por trono, de forma que en todas partes hoy se necesitan entre el doble o el triple de agarráores para poner en marcha una Semana Santa que hace veinte años, lo dicho, tanto en Tobarra, como fuera de Tobarra.

La diferencia es, por un lado la población, más limitada en nuestro caso que en las grandes capitales de provincia, y el hecho incuestionable, pero siempre exagerado, de que tenemos que compartir tiempo, espacio  y gente con el tambor. 

Conocemos muy poco de los problemas que existen fuera de Tobarra para sacar las procesiones. En parte porque nos hemos dedicado demasiado tiempo a mirarnos a nuestro propio ombligo. Saber cómo están los demás nos ayuda a situar correctamente el problema.

Y efectivamente, el problema no es exclusivo de Tobarra, ni mucho menos. Aparece en Semanas Santas de grandes capitales y de pueblos pequeños, de lugares en los que se toca y en lugares en los que no se toca el tambor, luego el tambor no es la causa.


Tampoco es la causa un descenso en el número de personas que quieren agarrar. Hace treinta años, el Tobarra ningún trono desfilaba con más de dieciséis personas, hoy ninguno baja de veinticuatro. Hemos incrementado el peso de los tronos en términos generales, a pesar de que los agarráores cada vez tienen menos fuerza por el cambio en el estilo de vida.

Ahora se están invirtiendo los términos, los nuevos tronos buscan más la calidad que el peso y la cada vez mayor incorporación de la mujer ha salvado a más de un paso de un mal trance. Ignoramos si será suficiente para luchar contra el mayor de nuestros enemigos: el envejecimiento de la población, si hoy nacen la mitad de niños que hace treinta años, dentro de treinta años habrá la mitad de agarráores y eso es matemática pura, al menos si  pretendemos contar sólo con gente de Tobarra.

Decimos esto porque el fenómeno del cofrade forastero no es extraño en Semanas Santas de alto renombre y lo quieran o no, también a ellas estos turistas del agarráo que van cada año a vivir una Semana Santa que en principio no es la suya, también les han sacado de apuros. Por cierto, esta figura no es extraña en nuestra Semana Santa, personas que sin tener más lazos con Tobarra que algún amigo o familiar muy lejano, se empeñan en vivir como uno más las hay en todas o la mayoría de las hermandades.

Evidentemente nuestro "caladero" debe seguir estando aquí, somos de Tobarra y nos enorgullecemos de serlo, por eso somos semanasanteros, pero no debemos desdeñar ni dejar de lado esta posibilidad.

Abrir la Semana Santa de Tobarra al mundo tiene indudables ventajas, una de ellas es ésta, pero claro, si nos empeñamos en no salir fuera de Tobarra a ofrecer una Semana Santa como la nuestra, que ha sido y debe seguir siendo motivo de admiración, terminaremos por harcer la pescadilla que se muerde la cola: "¿para qué vamos a salir fuera de Tobarra si tenemos problemas como la falta de gente para agarrar?" pero es que ¿cómo vamos a encontrar  más enamorados de nuestra Semana Santa si no salimos fuera?
 
Se ha dicho muchas veces que a los agarráores hay que cuidarlos. Es cierto, pero no como se ha hecho en alguna ocasión, dandoles ideas que nada tienen que ver con las procesiones. El agarráor lo que quiere es hacer procesión, llevar su trono con dignidad, no se van a quedar en la hermandad porque les alentemos a salirse de la procesión, haciéndolo se ha cometido el error de dar un mensaje equivocado: "lo de menos es la procesión, no te preocupes por tu trono, ni por tus compañeros ya se las apañarán..." Eso no es lo que quieren los agarráores, lo que quieren es cumplir con su mandato, fieles a la tradición, de llevar trono e imágenes por donde los llevaron sus antepasados.


Se ha dicho también que la gente jóven no quiere agarrar. Tampoco es cierto, hay de todo, tanto en gente joven como en gente de más edad, lo que sí es cierto es que cada vez hay menos jóvenes, en la procesión y en el tambor, en Tobarra y fuera de Tobarra, porque cada vez nace menos gente.
 
Un último apunte, para los profetas de la catástrofe. Comparen las procesiones de hoy con las de hace treinta años, o los tronos vacíos Viernes Santo por la mañana a la salida de la procesión hace no tantos años y cómo ese fenómeno es cada vez menos frecuente.

No estamos tan mal como quieren hacernos creer, pero no nos durmamos en los laureles, si no, podremos estarlo algún día.

martes, 15 de diciembre de 2009

LA SEMANA SANTA DE TOBARRA DE INTERÉS TURÍSTICO INTERNACIONAL

El pasado año celebramos el XX aniversario de la declaración de Interés Turístico Nacional para nuestra Semana Santa. En 1988, al pasar Semana Santa, se recibió al fin la comunicación y posteriormente la declaración fue publicada en el BOE. Por aquél entonces la Semana Santa de Tobarra se convertía así en la primera de nuestra provincia en obtener la declaración, la Feria de Albacete, por ejemplo no era ni siquiera de Interés Turístico Regional y nos colocábamos por encima de celebraciones como la Semana Santa de Toledo, Ciudad Real, Palencia, Ávila, Jumilla, Cáceres, Zaragoza, León, Granada…

Ninguna de ellas tenía el Interés Turístico Nacional cuando Tobarra lo consiguió. En la actualiad todas lo tienen incluso algunas han logrado el Internacional. Eso en sí mismo no es bueno para nuestra Semana Santa, pero lo peor de todo, sin duda es la creencia que está empezando a gestarse, influenciada por no se sabe qué intereses que a veces parecen responder los deseos de nuestros más inmediatos competidores, de que Tobarra no puede o lo que es peor no se merece el Interés Turístico Internacional.

Mucho ha cambiado desde aquellos años ochenta en que con más ilusión que medios se trabajaba por la Semana Santa. Hoy en día, con una Semana Santa con muchos más medios y gente que entonces nadie en su sano juicio, con un mínimo de amor por Tobarra y su Semana Santa puede pretender que nos quedemos anclados y permitamos que otros nos adelanten.

Nunca hemos concebido otra forma de hacer y querer a Tobarra y su Semana Santa si no se quiere lo mejor y difícilmente vamos a mejorar si no creemos en nosotros mismos.

Pero hay más argumentos. Nosotros que nunca nos hemos apropiado de títulos que no nos correspondían, hemos visto cómo la presencia de la Semana Santa de Tobarra en los medios se ha reducido considerablemente desde que otras Semanas Santas y Tamboradas consiguen títulos. Y eso ni es bueno ni es justo.

Tobarra cumple con los requisitos que marca la Orden reguladora de la concesión del título (ORDEN ITC/1763/2006, de 3 de mayo):
-    Antigüedad. Más de 400 años de tradición en procesiones y tambor.

-    Continuidad en el tiempo. (Salvo el paréntesis de la Guerra Civil).
-    Arraigo en la localidad. (Indiscutible)
-    Originalidad y Diversidad de Actos. (Ninguna tiene Tambor, Bendición, Bajada, Prendimiento, Encuentro, Saludo, Entierro, Artesanía, Tamborada Escolar, Cierre, El Museo del Tambor más antiguo –que no el más subvencionado- del mundo, la primera Escuela del Tambor del mundo…)
-    Haber sido declarada de Interés Turístico Nacional y haberlo estado durante 5 años o más. (Éste apartado daría para más de un comentario)
-    Existencia de equipamientos y plazas hoteleras suficientes en un radio de 50 kilómetros. (También lo cumplimos).

Algunos hechos y dichos que no son ciertos:

-    La Semana Santa de Tobarra no cumple los requisitos para la declaración. Ya hemos visto que no es cierto.
-    La Semana Santa de Tobarra no se merece la declaración. Veamos, aunque las comparaciones son odiosas, y dicho sea con el mayor de los respetos, que cada uno juzgue si nuestra celebración reúne menos méritos que las siguientes fiestas declaradas de Interés Turístico Internacional:
o    Romería Vikinga de Catoira (3.500 habitantes). Se celebra desde 1960.
o    Tomatina de Buñol. Se celebra desde hace unos 40 años.
o    Rapa das Bestas de Sabucedo (pedanía de A Estrada, 150 habitantes).
o    Festival del Cante de las Minas de La Unión. Se celebra desde 1961
o    Entrada de Toros y Caballos de Segorbe.
o    Festival del Mundo Celta de Ortigueira. (declarado de Interés Turístico Nacional en 2003).
o    Todas estas fiestas tienen un importante arraigo en sus localidades y sin duda son merecedoras del galardón, pero la Semana Santa de Tobarra, que se celebra desde hace más de 400 años, con actos únicos, ¿no lo merece también?
Una curiosidad, desde 1997 hasta 2003 no se declaró ninguna fiesta de Interés Turístico Internacional y sólo desde 2006 hasta el 8 de junio de este año se han declarado siete varias de las cuales no eran de interés turístico nacional en 1988.
-    Otro argumento: Tobarra no debe buscar el título porque es perjudicial. Bien, el mero hecho de tener el título no significa que los visitantes acudan por centenares de  millares y colapsen nuestra localidad. (ojalá el problema de la Semana Santa fuera qué hacer con tanta gente), ya hemos visto declaraciones de Interés Turístico Internacional cerca de nosotros que han servido, sobre todo para “barrer” aún más nuestra Semana Santa de los medios de comunicación. El mero hecho de buscar el título nos pone a trabajar a todos por un objetivo común.

En definitiva, desde 1988, en que éramos una de las pocas Semanas Santas de España en tener el título de Interés Turístico Nacional, hasta hoy, nuestra Semana Santa no ha parado de crecer y mejorar año tras año. Sin embargo en este tiempo muchas Semanas Santas nos han alcanzado y algunas que entonces no eran “de Interés Turístico Nacional”, han conseguido ya el Internacional.

Por eso abrimos el debate, ¿Debe solicitarse para la Semana Santa de Tobarra el título de “Interés Turístico Internacional”?.


miércoles, 9 de diciembre de 2009

LA GRANDEZA DE LA SEMANA SANTA


Lo que ha hecho grande nuestra Semana Santa no es la Bendición, ni la Bajada, ni la Dolorosa del Salzillo, ni tener la mejor artesanía del tambor del mundo, ni el primer Museo del Tambor del mundo, ni la primera Escuela del Tambor, ni lo mucho que hemos avanzado en seriedad y solemnidad en nuestras procesiones, ni los nuevos tronos, de Bejarano, de Tirao…, ni las sedes de las hermandades, ni tener el mejor libro de Semana Santa del mundo, ni los estandartes bordados en hilo de oro…

Lo que ha hecho y hace grande nuestra Semana Santa es la gente de Tobarra. Lo que la hace grande, pero grande de verdad es el empeño que ponemos cada año en hacerlo mejor que el anterior. El mejor capital de Tobarra, es su gente, invertir en valor humano, en cercanía es la mejor inversión de futuro para la Semana Santa. Ése fue el mensaje esencial del pregonero de nuestra Semana Santa 2009 y hoy queremos traerlo de nuevo aquí para no perderlo nunca de vista.


Cierto es que las personas se van y lo que queda son los bienes materiales, cierto que el fruto del buen trabajo se ve en la calle cada Semana Santa, cierto que las sedes unen, que el trabajo une, que la ilusión por la compra de un trono nuevo une a los hermanos alrededor de una causa común… pero también es cierto que un buen ambiente en la hermandad, un presidente con liderazgo, un equipo ilusionado, unos relevos en los que prime el compañerismo, el compromiso con los demás, estar pendientes de si el compañero nos necesita… eso une mucho más y es lo que termina haciendo de veras HERMANDAD.

Hacemos Semana Santa, para que nos vean, para sentirnos orgullosos de mostrar de qué es capaz Tobarra, de qué somos capaces los tobarreños ante el mundo cuando queremos y trabajamos todos unidos, hacemos Semana Santa porque nos gusta, porque nos divierte tocar el tambor con libertad, porque nos sentimos importantes, porque sabemos que somos imprescindibles cuando estamos bajo los palos, porque hacemos lo que hicieron nuestros padres, que ya no pueden y hacemos aquello que queremos que hagan nuestros hijos.

Hacemos hermandad cuando nos ponemos bajo los palos, pero sobre todo cuando nos preocupamos por nuestros compañeros, no sólo en Semana Santa, sino todo el año.


La Semana Santa la hacen las personas, por ello debemos hacerla para las personas, para quienes la ven y para quienes la trabajan, sin perder nunca de vista que nuestro principal trabajo como semanasanteros es prender y mantener viva la llama de la ilusión en la gente, esa ilusión que teníamos de niños al ver pasar los tronos, al ver salir nuestra imagen por la puerta de la Iglesia, esa ilusión es nuestro motor y nuestra fuerza. Ésa y no otra es nuestra seña de identidad y la verdadera clave de nuestro éxito.

jueves, 3 de diciembre de 2009

LA MUJER Y LA SEMANA SANTA DE TOBARRA




Desde aquél lejano Viernes Santo por la tarde en que salieron a tocar el tambor las mujeres, con el capuz bajo, porque un bando había prohibido a los “hombres” el toque del tambor, la incorporación de la mujer en la Semana Santa de Tobarra ha sido paulatina, y en general lejana a la polémica.

No podemos olvidar que hubo un tiempo en que las mujeres no podían ni siquiera salir en la procesión, salvo bajo la figura de “manolas”. Hoy en día las cosas han cambiado y el camino recorrido, las más de las veces gracias al empeño de unas cuantas pioneras, nos ha permitido llegar a una Semana Santa más justa e igualitaria.


Poco a poco las mujeres se han abierto camino, con el tambor, y bajo los palos, al principio junto a sus compañeros, a veces bajo una actitud paternalista: “nena métete aquí, aunque no llegues”, descubriendo enseguida (¡oh, sorpresa!), que lo que de verdad querían las mujeres es llegar al palo, demostrarse a sí mismas, más que demostrar a los demás, de lo que son capaces y participar de esa misma sensación de comunidad y hermandad bajo los palos de la que han disfrutado los hombres durante muchos años.


De la incorporación de la mujer a la Semana Santa hemos aprendido muchas y buenas lecciones. Probablemente, la más curiosa y desapercibida de todas, es que parte de la culpa del cambio de mentalidad de negativa a positiva, de estar en contra a estar a favor, la tiene la necesidad urgente de agarráores que hemos sentido en la Semana Santa y es que a veces hemos tenido que verle las orejas al lobo antes de aceptar que la presencia de las mujeres en nuestra Semana Santa bajo el papel de Agarráoras es, no sólo buena, sino imprescindible.



En Tobarra hemos pasado de la mujer como madre de nazarenos y agarráores, pasando por la mujer como nazarena y tamborilera, a la mujer agarráora, que da lecciones (sin proponérselo, porque nunca se han propuesto dar lecciones) de agarrar,  de ensayar si era necesario para hacerlo cada vez mejor, de buscar nuevos modos de organizarse, de darlo todo cada Domingo de Resurrección del Calvario a la Plaza

Aún no somos conscientes de lo mucho que debemos a todas las pioneras, algún día lo seremos, entretanto sólo podemos dar las gracias a todas las mujeres de Tobarra. Su amor y entrega total por la Semana Santa nos asegura un futuro lleno de esperanzas.

Por cierto, en la tierra con la mejor artesanía del tambor del mundo, nos faltan todavía mujeres artesanas del tambor, sin duda alguna las habrá en cuanto se lo propongan.



lunes, 23 de noviembre de 2009

El Capuz en la Semana Santa de Tobarra

Desde que en 1996 se hicieron los nuevos Estatutos y Reglamento de Régimen Interior de la Asociación de Cofradías, uno de los elementos clave en todas las líneas de acción de las distintas Juntas Directivas ha sido la recuperación del uso del capuz como prenda tradicional de nuestra Semana Santa colaboradora en aumentar la sobriedad y solemnidad que cualquier Semana Santa necesita.


Ésta Junta Directiva no ha sido ajena a este proceso, presente en muchas reuniones, aunque menos que en mandatos anteriores, precisamente porque la mayoría de las hermandades ya lo han recuperado en su mayor parte o en su totalidad.


Si algo se ha demostrado en este sentido ha sido lo siguiente: pese a las opiniones más agoreras, la recuperación del capuz no ha supuesto una “huída” masiva de los hermanos hacia las demás o hacia el tambor, es más, hoy en día hay más hermanos desfilando que nunca.


Los tobarreños están/estamos más concienciados de la necesidad y vistosidad del uso del capuz, de lo que se pensaba.


El capuz no es un elemento ajeno a la Semana Santa de Tobarra, como se ha tratado de vender en alguna ocasión, de hecho todas las hermandades de Tobarra llevaban capuz hasta los años 60 con la única y lógica excepción de los Socios. Incluso se está recuperando entre las cuadrillas tamborileras. Antes de 1936 todos, nazarenos y tamborileros llevaban capuz, incluso la Banda de Música llevaba capuz antes de comprar sus primeros uniformes. (Ver foto final)




Con respecto a si se lleva bajado o no. El Reglamento de Régimen Interior es bastante claro al respecto, todos sabemos que no está siendo cumplido en su totalidad, el debate sigue ahí, y se plantean los mismos argumentos, con alguna particularidad más, como la “tradición” o “lo de siempre”, pero resulta que el capuz es tradición, no llevarlo es lo novedoso.


Por ello el debate, debe ir en sentido de si es o no beneficioso el uso del Capuz y en qué forma debe serlo, teniendo en cuenta qué queremos hacer con nuestra Semana Santa, ya que la imagen que damos es absolutamente fundamental.   


A estas alturas del debate sabemos:


-          Que el capuz es y ha sido una prenda esencialmente tradicional en la Semana Santa de Tobarra, tanto para hermandad como para tambor.

-          Que el capuz es un elemento histórico de penitencia que está en la base de todas las Semanas Santas, incluída la nuestra.
-          Que una procesión, unas filas, un trono, quedan mejor, desde el punto de vista plástico, con capuz que sin capuz, ya que éste ofrece un efecto igualador.
-          Que la seriedad de una procesión no depende sólo del capuz, aunque sin duda ayuda.
-          Que los tobarreños no son reacios al capuz, antes al contrario, lo han admitido como una prenda más, esencial, básica, que recupera una forma de desfilar de nuestros padres y abuelos, aunque sí es cierto que los pocos detractores son más ruidosos que los muchos partidarios. Actitudes como las amenazas de irse de una hermandad si se sale con capuz o se baja el capuz "diga lo que diga la asamblea", no son democráticas y le hacen un flaco favor a la Semana Santa y su hermandad.

-          El capuz en estos años de recuperación ni ha sido un problema, ni tampoco ha sido la solución a los problemas de la Semana Santa. (nunca fue eso lo que se prentendía).
-          Que aparte de la frágil memoria de nuestros mayores, las fotografías más antiguas muestran siempre el capuz puesto sobre la cabeza, todo el mundo, nazarenos, agarráores y tamborileros, incluso de día.
-          No está claro si se llevaba bajado o vuelto ya que lógicamente al hacerse la foto se levantaba el capuz. No obstante todo apunta a que los agarráores lo llevaban mayoritariamente vuelto y los cofrades, por regla general bajado, incluso de día (hay fotos que lo demuestran).
-          Pero sobre todo, el debate no es cómo se ha llevado sino cómo queremos llevarlo.






Mucho se ha avanzado estos últimos años, de hecho sólo queda una hermandad en recuperar el capuz, todas las demás lo llevan de una  u otra forma, aún así, resulta sorprendente que algunas que hace tres o cuatro años lo llevaban bajado, ahora lo vuelven a llevar subido, incluso en los días más fríos. No es la norma, pero sí marca un cambio de tendencia que es contrario al espíritu y a la letra de lo que dice el Reglamento de Régimen Interior desde 1996.

En este tema, como en todos, a la hora de planificar la Semana Santa debemos mirar hacia el futuro, ver cuáles son nuestros defectos, qué debemos mejorar, qué vemos en otras Semanas Santas que nos gustaría para nosotros, siempre que se respete lo que es nuestro (el capuz siempre lo ha sido),  tenemos que ser capaces de ver qué es lo propiamente tobarreño y qué es producto de una moda iniciada hace treinta años (nuestra Semana Santa tiene acreditados más de cuatrocientos).

Tenemos la obligación de trabajar siempre por algo mejor, sin rendirnos, sin ceder al conformismo o a la comodidad. Cada año representamos un drama que tuvo lugar hace miles de años y que aúna generaciones de Tobarreños que han desfilado por las mismas calles.

Creemos que al fin merecerá la pena el esfuerzo. Hemos llegado ya muy lejos en esto, no deberíamos dejar que se nos escapara ahora que estamos tan cerca de hacerlo todo lo bien que Tobarra se merece.

martes, 17 de noviembre de 2009

LA REVISTA DE SEMANA SANTA


Antes de nada una aclaración. Cuando hablamos de libro o revista de Semana Santa, cualquiera de los dos nombres se pueden utilizar. Libro es, por cuanto tiene un número de páginas suficiente para ello. La tapa dura, además, aunque no es requisito ya que hay muchos libros de tapa blanda, ayuda ya que, al contrario,  hay muy pocas revistas de tapa dura. Sin embargo, su estructura, por secciones, su diseño interior, ampliamente gráfico, y su periodicidad anual la configuran como revista, por ello no estamos desencaminados si la llamamos así.


Como es lógico nuestra Revista de Semana Santa no se hace en un mes. Se presenta en el mes de febrero pero comienza a realizarse con los primeros calores del verano.


A estas alturas la estructura está decidida, la práctica totalidad de los trabajos ya han llegado y los fotógrafos, (esos colaboradores imprescindibles) han dejado sus álbumes y sus deuvedés repletos de fotos a la Asociación con el único ánimo de que su trabajo se vea recompensado con la publicación en la revista.


El tamaño del libro comenzó a fijarse en 1997, desde entonces no hemos abandonado ni la tapa dura ni las dimensiones. Sólo ha variado el número de páginas, que siempre ha superado las 200 y llegó a su máximo en 2009 con 400.


Podemos decir con verdadero orgullo de tobarreño que en los últimos años siempre se nos han quedado trabajos en el tintero por falta de espacio, ya que ha sido criterio de esta Junta Directiva que el libro no supere las 400 páginas. Afortunadamente la participación de la gente de Tobarra nos obliga a dejar de publicar algunos trabajos, que quedan para el año siguiente. No obstante, cada año quedan sólo tres o cuatro trabajos, como mucho, fuera de la publicación y aunque a simple vista pueda parecer que siempre salgan los mismos, porque es cierto que Tobarra tiene afortunadamente varios autores "consagrados", la participación es altísima, alrededor de 70 personas escriben algún artículo cada año y son muchos los que nos prestan sus fotos, nuevas o antiguas.


El presente año mantenemos hasta el momento el ritmo de llegada de colaboraciones, poco a poco las distintas secciones se van llenando: COLABORACIONES, NUESTRAS HERMANDADES, TAMBOR, ELEGÍAS, PUEBLOS SEMANASANTEROS


Desde aquí animamos a todos a seguir construyendo el que es, probablemente, el mejor libro de Semana Santa del Mundo. Os animamos a enviar vuestras fotografías, que nos ayudan a comprender cómo es y cómo era nuestra Semana Santa, o a escribir en la revista. El plazo para la recepción de los escritos está a punto de cerrarse, os recordamos que los escritos en principio deben llegar en formato Word o similar, y que todo el mundo, absolutamente todo, tiene siempre algo que contar sobre la Semana Santa de Tobarra, una celebración, que bajo cada uno de los puntos de vista, ofrece una visión diferente.


Gracias a todos, los que habéis colaborado y los que vais a colaborar, sin vosotros sería imposible seguir asombrando al mundo.

martes, 13 de octubre de 2009

SEMANA SANTA 2.0





UN BLOG PARA LA SEMANA SANTA DE TOBARRA

¿Qué es un blog? ¿para qué necesita la Semana Santa un blog?. Un blog es una herramienta de comunicación, de uso en Internet para poner en contacto una organización con el resto del mundo. Se diferencia de la página web en que un blog se actualiza con frecuencia,periódica, y fomenta la participación mediante encuestas, foros y la plasmación de respuestas a un tema que se sugiere desde la propia web
 
¿Para qué necesita nuestra Semana Santa un blog? Un blog es un instrumento imprescindible hoy en día, como complemento ideal de la página web, para mantener el contacto con toda la gente que quiere y espera la Semana Santa, para pedir su opinión y contar con la mayor cantidad de opiniones posible y para mantener informada a toda la familia semanasantera de las novedades y actos de la Semana Santa de Tobarra.


¿Qué es la Semana Santa 2.0? Si web 2.0 es un nuevo concepto de Internet que pretende cambiar la estructura de la red permitiendo a los internautas interactuar con las páginas, añadiendo información, colgando vídeos o fotos, o relacionarse entre ellos por medio de las redes sociales, Semana Santa 2.0 es un proyecto de la Asociación de Cofradías que quiere actualizar las relaciones entre los amantes de la Semana Santa de Tobarra y la propia Asociación, elevando la participación de éstos, recabando su opinión. Forman parte de el proyecto “Semana Santa 2.0” el presente blog, la página web de la Asociación y la redes sociales Facebook y twitter.


¿Cómo se va a estructurar el blog? Tendrá un cuerpo principal, un tema, que se actualizará semanalmente y sobre el cual se podrá opinar. También habrá una encuesta mensual y se presentarán las novedades y actos que tengan lugar alrededor de la Semana Santa.firmas invitadas que nos relatarán aspectos de la Semana Santa que han vivido en primera persona u ofrecerán su opinión sobre temas diversos.


¿Cuándo se va a actualizar? Salvo razones de fuerza mayor queremos que semanalmente tengamos un tema o noticia nuevo en el Blog, que aparecerá, salvo razones de actualidad, o necesidad, todos los lunes. Intentaremos asimismo ofrecer un testimonio invitado de forma esporádica. La encuesta de opinión tendrá periodicidad mensual aproximadamente, en definitiva queremos que sea un blog vivo, tanto por su actualidad como por su participación.


¿Quién puede ser firma invitada? En realidad todo el mundo, la Asociación se pondrá en contacto con determinadas personas para solicitar su opinión o para que nos cuenten las novedades que van a aparecer en Semana Santa de primera mano, pero cualquiera puede, poniéndose en contacto con la Asociación en nuestro correo electrónico, ser firma invitada, para ello rogamos que se presenten los trabajos completos con los datos personales de quien los presenta, su publicación dependerá de las posibilidades y compromisos de publicación de la sección.


¿Se van a moderar las opiniones? Las opiniones son libres, se aceptan los aplausos, que animan a seguir trabajando y las críticas, que ayudan a mejorar. No se van a aceptar los insultos, por supuesto, ni la publicidad de entidades de cualquier tipo, ni las opiniones que nada tengan que ver con el tema en cuestión, para proponer nuevos temas de debate, se puede solicitar al correo electrónico del blog o entrar en el foro de la Asociación.


Queremos abrir una nueva etapa en la relación entre la Asociación y toda la familia semanasantera, utilizando las herramientas que nos ofrece Internet para mejorar nuestra Semana Santa, pero para ello es fundamental la participación de todos, igual que trabajamos codo con codo todo el año, igual que nos ponemos hombro con hombro bajo los palos, nuestra ilusión es que este proyecto que no pretende más que engrandecer la fiesta más querida de esta tierra nuestra, llegue a buen fin. Si lo logramos no será un éxito de esta Asociación sino de todos y cada uno de los Tobarreños y Semanasanteros, gracias a todos.