miércoles, 12 de mayo de 2010

¿Porqué terminan tan tarde algunas procesiones?

Es una pregunta que muchos tobarreños se han hecho estos días durante la Semana Santa. Trataremos de dar algunas claves al respecto.

En primer lugar no todas las procesiones terminan tarde, de hecho hasta Viernes Santo por la Mañana hay acuerdo mayoritario en que los horarios son bastante acertados. El Domingo de Ramos la procesión llegó a las dos de la tarde, pero tuvo que retrasar la salida hasta las 11 para poder repartir todas las palmas y preparar la salida del trono de la Burrica, fueron así tres horas de procesión para dar la vuelta completa al pueblo. El Martes Santo hubo una leve ralentización en el Paseo y nada que objetar en cuanto al Lunes o al Miércoles. El Jueves Santo tampoco se terminó tarde, es una procesión larga y muy participativa muy trabajada porque hay que encajarla en un recorrido muy pequeño, cada hermandad tiene que entrar en 83 metros y eso necesita tiempo, pese a ello se termino alrededor de la una.

Probablemente los problemas comenzaron el Viernes Santo. ¿Porqué la Bendición en el Calvario comenzó poco antes de las 12 y en la plaza terminó a las cuatro?. Hay varias respuestas, en primer lugar, la gente sigue incorporándose tarde en la subida lo que dificulta la organización, además a la llegada al Calvario, de forma sistemática la procesión se detiene, por alguna razón los tronos no andan y hay que parar la cabeza una y otra vez para evitar los cortes y para abajo, una vez que se ha incorporado todo el mundo abusamos de las filas extremadamente largas y los hermanos muy separados, con el mal entendimiento de que cuanto más espacio ocupe nuestra hermandad mas "se luce", cuando es justo al contrario.

El Viernes por la Noche, que es la procesión más complicada de todas, la llegada sin duda fue muy tardía, aunque hay que tener en cuenta que el horario es el mismo que por la mañana y el recorrdio (de la Plaza al Calvario y regreso) también es el mismo. Todos los años se intenta agilizar la salida de la procesión una vez terminado el acto del Entierro, pero el cansancio hace mella y hace muy difícil organizar la bajada y que el ritmo de la procesión sea continuado, más cuando ya casi no se puede llevar una imagen sobre los hombros que han soportado varias procesiones.

El Domingo de Resurrección es diferente, el hecho de que sea la última procesión hace que todo se relativice más. de que no se le conceda tanta importancia al tiempo,a fin de cuentas después no hay ninguna procesión. Aún así, ante el hecho de que el Encuentro ha terminado a las cuatro de la tarde hemos de tener en cuenta lo siguiente: la procesión salió con un ligero retraso ya que hubo que esperar al comienzo por la falta de algunos agarráores, (aunque el retraso aquí solo fue de unos diez minutos). En cuanto a la subida de la procesión tenemos que tener en cuenta que según acuerdo de presidentes, la procesión que sale de la Asunción sale media hora después del final del Saludo entre el Resucitado y la Magdalena, es decir, este año la Santa Cruz salió a las nueve de la mañana, puesto que el Saludo terminó a las ocho y media. Pese a ello, no se llegó a mala hora al Calvario, pero al llegar al monte de nuevo hubo que parar varias veces la cabeza para evitar cortes porque otra vez se ralentizaba la subida. Una vez arriba, y tras el Encuentro, hubo que esperar unos veinte minutos a que una hermandad pudiera hacer gente para bajar su imagen ya que no habían terminado de almorzar, luego, para abajo, cada vez que una hermandad inicia un baile hay que detener la procesión entera para evitar cortes, y da igual que el baile se haga con el trono en movimiento porque suele tener muchos momentos de parón y al final el trono tiene que descansar, por lo que siempre hay que parar. Además, el Domingo repetimos el fenómeno del Viernes, filas excesivamente largas, que en caso de que se haga un pequeño tirón nos lleva al corte, deslucen la hermandad y alargan el tiempo de desfile.

A la hora de juzgar si se llega tarde o no, tenemos que tener todo eso en cuenta, y también que hemos cambiado y mucho nuestra forma de desfilar en los últimos años, no hay más que ver cualquier video de no hace muchos años, las filas han crecido, en muchos casos se han doblado y los tronos, que son más grandes, se llevan marcando el paso toda la procesión, calle Mayor arriba, hasta la cima del Calvario, lo que antes no se hacía, queda más elegante pero supone un incremento del tiempo importante.

También podemos mirar alrededor nuestro y comprobar cómo en otros lugares la procesión que ha empezado a las siete y media de la mañana ha terminado a las ocho de la tarde. Y en esencia ocurre lo mismo, han cambiado los hábitos de desfile.

En definitiva, no es tanto que se ha llegado tarde, que en parte sí, sino que no desfilamos, ni los mismos que antes (afortunadamente) ni igual que antes, sino más lento, reposado y solemne, marcando siempre el paso, y eso supone aumentar la duración de las procesiones, lo queramos o no.

Probablemente, lo que tengamos que cambiar son los horarios del programa de actos, aunque sin renunciar eso sí, a seguir trabajando para que las procesiones no duren demasiado porque una procesión de duración excesiva resulta cansada y el ejemplo lo tenemos el Viernes Santo por la noche, una procesión que es la piedra de toque de toda la Semana Santa, probablemente el día que consigamos resolver el problema que supone habremos conseguido garantizar la continuidad a la Semana Santa de Tobarra durante mucho mucho tiempo, pero ese es otro tema.