Hoy es 11 de enero. La fecha no es casual, ni tampoco es un lugar vacío en nuestra historia. El 11 de enero es un día aciago en la historia de Tobarra, desde aquel 11 de enero de 1952 que tan bien cantara el poeta Manolo Zoril, han pasado 58 años exactos, pero parece que en 58 años no hemos aprendido nada.
El 11 de enero de 1952 se cayó la torre antigua de la Iglesia de la Asunción, nadie hizo nada por salvarla, probablemente por aquél entonces era ya demasiado tarde, aunque sus grietas eran evidentes desde hacía muchos años.
Pues bien, hoy nos encontramos con una situación que es infinitamente peor. Si por aquél entonces el peligro se cernía sobre la torre, hoy es toda la Iglesia de la Asunción, la mayor de nuestras iglesias, la verdadera casa de la Semana Santa de Tobarra, la que amenaza con hundirse y arrastrar con ella siglos de historia.
Como podemos ver el estado es lamentable, hay goteras en la totalidad de las capillas y en buena parte de la nave principal debido al estado de destrozo en que se encuentra el tejado, la situación en unas y otras partes del templo se divide en dos estados: preocupante y crítico.
En estado preocupante está la techumbre y las bóvedas de la nave principal, con enormes goteras que caen decenas de metros, preocupante es también el estado en que se encuentran las capillas donde se guardan la Soledad y San Francisco, así como el coro y la torre, ésta última abandonada a la entrada de todo tipo de aves.
El resto del templo está en estado crítico. La capilla de la pila bautismal tiene agujeros producto de las goteras por los que cabría un brazo, las capillas donde se encuentran el Nazareno, el Moniquí, la Dolorosa y la situada a la entrada a la sacristía sufren un auténtico diluvio cada vez que llueve, y la sacristía tiene importantes destrozos también producidos por el agua.
A todo ésto, hay que añadir la caída de parte del tejado de la bóveda de la capilla que antecede a la sacristía que se ha producido hace unos días y que supone que el agua cae directamente ya sobre la bóveda, ésto es además una la amenaza seria sobre la capilla de la Dolorosa, que se encuentra al lado.
Y ello sin contar con la aparición de sendas higueras que están comenzando a derribar los contrafuertes exteriores.
Ya es hora de que nos tomemos en serio la situación de la Iglesia de la Asunción. De que elevemos el grito al cielo todos los tobarreños, de que denunciemos que probablemente se han restaurado y se están restaurando templos que no estaban ni mucho menos tan necesitados como el nuestro, de que aparquemos nuestras diferencias y vayamos todos juntos codo con codo a exigir donde haga falta que se remedie esta situación.
Tobarra no se merece ésto. Nuestra iglesia debería ser motivo de orgullo y vemos cómo cada día pierde sus fuerzas, golpeada por el viento y la lluvia como un pobre anciano abandonado a su suerte en un callejón cualquiera.
Desde este blog, la Asociación de Cofradías, la Semana Santa en pleno, lanza un S.O.S. adonde corresponda para que suene en todas partes.
Todos con la Asunción. grita con nosotros: Restauración ya.
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